Hay muchos términos que se solapan en medicina. Los efectos secundarios y los efectos adversos, por ejemplo, son dos de los más comunes. Fármacos y medicinas también son dos términos cuyos significados se solapan, así que ¿cuál es, entonces, la diferencia entre un fármaco y una medicina?
Para responder a esta pregunta, tenemos que preguntarnos por la finalidad, más concretamente, ¿cuál es la finalidad de una medicina y cuál la de un fármaco?
La finalidad de una medicina es prevenir, aliviar o curar un síntoma, dolencia o estado de enfermedad. En otras palabras, el propósito de un medicamento es benigno; es un producto producido y regulado para impartir un efecto médico positivo en un paciente.
Un medicamento también suele tener muchos componentes diferentes. Además del ingrediente activo, los medicamentos también contienen otras sustancias, denominadas excipientes, que contribuyen a la formulación y a la eficacia de dicho medicamento para el paciente.
¿Qué es entonces una droga?
Una droga, a diferencia de un medicamento, puede tener un efecto positivo o negativo en un paciente.
Por ejemplo, la heroína es una droga, en el sentido de que es una sustancia que provoca un efecto biológico específico. Sin embargo, la heroína no está catalogada como una sustancia que «previene, alivia o cura un síntoma, dolencia o estado de enfermedad». En ese sentido, la heroína no es un medicamento.
Pero tanto las drogas como los medicamentos pueden ser venenos. Esto depende de la dosis de la droga y/o medicina. Como dijo Paracelso (1493-1541), el fundador de la toxicología, «Todas las cosas son venenos y nada es sin veneno, sólo la dosis hace que una cosa no sea veneno».
Para concluir – todos los medicamentos son drogas, mientras que no todos los fármacos son medicamentos.
La diferencia entre un fármaco y un medicamento es, pues, leve y sencilla pero significativa. Vuelve a nuestro blog de farmacia para ver más entradas que examinan este tipo de diferencias terminológicas en medicina.