Danny Strong es reconocible por numerosos proyectos notables: Jonathan en Buffy The Vampire Slayer, Doyle, el amante de Paris en Gilmore Girls, Albert Fekus en Justified y Danny Siegel, el tipo que golpeó a Roger Sterling en la entrepierna en Mad Men. Pero todo ese tiempo ante las cámaras también motivó su prolífica búsqueda de guiones: «Simplemente escribo cosas porque pasé muchos años como actor intentando conseguir cualquier trabajo que pudiera», explica. «Literalmente, cualquier cosa para pagar mis facturas y tener mi seguro médico. Así que cuando empecé a escribir, tomé una decisión muy pronto: ‘Sólo voy a hacer cosas que me parezcan geniales'». Su currículum de escritor supera ahora posiblemente al de actor, incluyendo su película Game Change, ganadora de un Emmy por la campaña de Sarah Palin, la también de temática política Recount, y dos películas de Los Juegos del Hambre: Sinsajo. También ha sido co-creador de Empire, de Lee Daniels, donde ha guionizado y dirigido varios episodios.

Strong es ahora un guionista de Hollywood muy solicitado, en su momento vinculado a varios proyectos como una secuela del Código Da Vinci y una reposición de Guys And Dolls. Sobre esta última, Strong dice: «Sí, la escribí yo», pero «a veces se tarda mucho en poner en marcha estas cosas». El director es Michael Grandage, que dirigió Genius con Colin Firth y Jude Law, y es un director de teatro realmente aclamado». El actual clima pro-musical dirigido por el éxito de La La Land, dice, «ciertamente no va a dañar» las posibilidades de Guys And Dolls de entrar en producción más pronto que tarde.

Hablando de reposiciones, no podíamos dejar que Strong volviera a la fiesta sin preguntarle por la reciente Gilmore Girls: A Year In The Life en Netflix. Strong volvió para interpretar a Doyle, que ahora está separado de su esposa Paris, pero es, en un pequeño guiño meta, un exitoso guionista de Hollywood. Strong dice: «Me encantó. Quiero mucho a Liza, que interpreta a Paris. Y volver a trabajar con ella -y soy un gran fan de Amy Sherman-Palladino y Dan Palladino- fue maravilloso». Sin embargo, el éxito de la reposición le pareció algo sorprendente: «Fue una locura lo grande que fue. Nunca fue tan grande cuando estábamos en el aire. Ahora es más grande que cuando estábamos en antena, así que fue una locura». Pero no está demasiado afectado por el hecho de que Paris y Doyle sean los dos raros personajes de Las chicas Gilmore que no acabaron con un final romántico feliz. «Es una ficción», se encoge de hombros. «Me pareció muy inteligente».