La Dama del Dolor gobierna Sigil con puño de hierro. A veces se la describe como una mujer flotante, con túnica y de tamaño gigante, con un manto de cuchillas alrededor de su rostro inexpresivo.

Se dice que la Dama tiene el poder de controlar todos y cada uno de los portales de Sigil, abriéndolos y cerrándolos a voluntad. Los dabus, sus sirvientes, mantienen la ciudad, siempre arreglando y remendando sus calles bajo sus órdenes tácitas. A pesar de todo su poder, aparentemente se niega a ser adorada como una diosa, y cualquiera lo suficientemente valiente (o tonto) como para adorarla se ha encontrado con una muerte espantosa a la sombra de sus cuchillas.

Nunca se le ha oído hablar en voz alta, sólo en raras ocasiones se comunica a través de sus dabus.

Propósito

Su objetivo obvio es mantener el equilibrio dentro de Sigil, arrojando a los profanadores y habitantes que la enfadan a uno de sus laberintos mágicos. A menudo, sólo interferirá cuando el propio equilibrio y la estabilidad de Sigil se vean amenazados.

Poder

La Dama es una entidad de motivos inescrutables, y a menudo aquellos que se cruzan en el camino de su sombra, aunque sea accidentalmente, mueren desollados, les brotan heridas espontáneamente o son teletransportados a uno de sus Laberintos (un universo de bolsillo casi ineludible en el Plano Etéreo).

Se rumorea que incluso grandes deidades han caído ante la Dama. El Templo Destrozado de Sigil era un templo mayor de Aoskar, el dios de los portales, que intentó poner la ciudad bajo su control. Después de que su poder llegara a cierto punto, ella lo mató con un pensamiento, destrozando el gran templo y arrojando a sus sacerdotes a los Laberintos de su creación. El templo en ruinas acabó convirtiéndose en la sede de los Athar.

En un momento dado, varias facciones intentaron controlar varias partes de Sigil, y libraron una terrible guerra entre ellas; tras ello, la Dama se apareció a los líderes de las facciones, y comunicándose a través de un dabus, ordenó a las facciones que se disolvieran bajo pena de muerte. Las facciones acataron sin rechistar, y nunca más se han levantado. La gran mayoría de los habitantes de Sigil temen sus apariciones y evitan mencionar su nombre en voz alta por miedo a llamar su atención.

Orígenes y naturaleza

Nadie sabe cómo surgió la Dama, cuál es su verdadero propósito o naturaleza. Hellbound: La Guerra de la Sangre sugiere que podría ser un señor demoníaco renegado o el Señor de los Nueve. Cage: A Guide to Sigil asegura que ha sido gobernante de Sigil desde que la ciudad existe, aunque podría ser anterior a la creación de la ciudad.
Die Vecna Die! describe a la Dama del Dolor como un miembro de los Hermanos Antiguos, un grupo de seres omnipotentes que son anteriores al multiverso y conocen el Lenguaje Primigenio, una magia superior a la de los dioses. En el módulo, Vecna se convirtió en un dios y entró en Sigil contrarrestando la prohibición de la Dama a todos los dioses de la ciudad durante un tiempo. Pudo hacerlo porque parte del Lenguaje Primigenio le fue confiado por la Serpiente, otra Ancient Brethren cuya magia era tan antigua y poderosa como la suya. Después de que Vecna fuera derrotado, la Dama utilizó el Lenguaje Primigenio para reparar el daño que hizo al multiverso reescribiéndolo, causando la transición de D&D 2E a 3E.