Las lenguas latinas o romances también se conocen como lenguas románicas. Son las lenguas modernas que se desarrollaron a partir del latín hablado alrededor del siglo VII d.C. en el sur y el oeste de Europa.

Las lenguas latinas o románicas incluyen el español, el francés, el italiano, el portugués y el rumano. Actualmente hay unos 330 millones de hablantes nativos de español en el mundo, 76 millones de hablantes nativos de francés, 64 millones de hablantes nativos de italiano, 200 millones de hablantes nativos de portugués y 25 millones de hablantes nativos de rumano.

En este año 2015, el español es la tercera lengua más hablada por los hablantes nativos después del inglés (380 millones) y el chino (1.200 millones).

El español es la más hablada de las lenguas latinas o romances. Es la lengua principal de veinte países de todo el mundo y la mayoría de los hablantes nativos de español se encuentran en Hispanoamérica.

El español, por tanto, es sin duda una lengua extranjera útil para aprender. Hay muchas oportunidades en todo el mundo para hablarlo, escucharlo, leerlo y escribirlo.

Y existe la ventaja adicional de conseguir un punto de apoyo en la familia de las lenguas latinas o romances. Si consigues convertirte en un hablante bilingüe de español, tendrás una clara ventaja si decides diversificarte y tratar de aprender también, por ejemplo, italiano o francés.

Hay muchas similitudes entre las lenguas latinas o romances, pero ciertamente no es un hecho que los hablantes nativos de diferentes latines puedan entenderse entre sí.

Todas las lenguas latinas o romances tienen una clara similitud con el latín y pueden remontarse a la lengua hablada por el Imperio Romano. Comparten gran parte del vocabulario básico y varias estructuras gramaticales similares, aunque con cambios fonológicos.

Si está familiarizado con la gramática y el vocabulario de una de las lenguas latinas o romances tendrá una idea bastante clara de otra. Podrá detectar mejor las similitudes y hacer predicciones más precisas que alguien que sea totalmente nuevo en ellas.

Lo mismo ocurre, por supuesto, con las lenguas germánicas que incluyen el inglés (380 millones de hablantes nativos en todo el mundo), el alemán (100 millones) y el holandés (23 millones). Los hablantes nativos se darán cuenta de los paralelismos entre las lenguas y muy probablemente encontrarán más fácil el aprendizaje de una segunda lengua germánica que el de una nueva lengua latina. Aunque este no es necesariamente el caso.

Si eres un hablante nativo de inglés y te apetece aprender una segunda lengua, puede que quieras decantarte por una lengua germánica con la esperanza de encontrar más similitudes. Por otro lado, puede que quiera entrar en la familia de las lenguas latinas o románicas para abrir su mente, ampliar sus horizontes y desafiar sus percepciones.

A fin de cuentas, debe elegir el idioma que le resulte más útil o atractivo. Aprender cualquier segunda lengua será una de las cosas más increíbles que harás en tu vida.

Adam Skelton para Coursefinders

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