Osos pardos mexicanos (Ursus arctos nelsoni) en el Field Columbian Museum, 1919.De: «The grizzly, our greatest wild animal» por Enos Abijah Mills (1870-1922) (Dominio público)

Nombre científico: Ursus arctos nelsoni (Clinton Hart Merriam, 1914)

Descripción: Más pequeño que los osos pardos del norte de Estados Unidos y Canadá. Los osos machos pesaban hasta unos 315 kg, y las hembras eran más pequeñas. La longitud era de unos 180 cm. El color variaba desde el amarillo pálido hasta el gris grisáceo o blanco que parecía plateado a la luz del sol, de ahí el nombre mexicano del oso plateado.

Área de distribución: El oso pardo mexicano se encontraba en los territorios septentrionales de México, sobre todo en la sabana septentrional y los bosques de montaña, y hacia el norte hasta Nuevo México y Arizona en los Estados Unidos.

Hábitat: Pastizales templados y bosques de pinos de montaña, pero también se ha adaptado a sobrevivir a las condiciones áridas del desierto de Sonora y de los cañones.

Vida: Probablemente una vida natural de unos veinticinco años en la naturaleza.

Alimentación: Al igual que otros osos pardos, el oso pardo mexicano era omnívoro y se alimentaba de plantas, frutas, insectos, pequeños mamíferos y carroña.

Comportamiento: Parece poco probable que los osos hayan hibernado aunque pueden haber pasado algún tiempo en guaridas de invierno. Las hembras producían de una a tres crías que permanecían con ellas durante unos dos años y medio, tiempo durante el cual la madre no volvía a quedarse embarazada. Excepto durante el apareamiento y en el caso de las madres con crías, los osos eran solitarios.

Razones de la extinción: Con la expansión de la ganadería dentro del área de distribución del oso pardo mexicano, los animales pasaron a ser considerados cada vez más por los ganaderos como plagas y fueron atrapados, disparados y envenenados. La situación se deterioró rápidamente a principios del siglo XX y la subespecie era rara en la década de 1930. Finalmente, su área de distribución se redujo a las montañas aisladas de Cerro Campano, Santa Clara y Sierra del Nido, y en 1960 se creía que sólo quedaban treinta osos o menos. Aunque los osos estaban protegidos, la caza ilegal y la persecución continuaron. En 1969, probablemente antes, la subespecie se había extinguido. De vez en cuando se ha rumoreado sobre avistamientos de animales solitarios y en 1980 Trevino & Jonkel publicó un informe que indicaba que los osos pardos podrían estar todavía presentes en México (ver «Más información» más abajo). No ha habido más avistamientos confirmados.

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