Cards Against Humanity -el descarado juego para fiestas que ha ganado adeptos- también es dueño de un pedazo de tierra. Y ese terreno es una isla privada en Maine, que la empresa ha bautizado como «Hawaii 2» y ha regalado a 250.000 de sus amigos más cercanos.

La propiedad de una isla privada no siempre estuvo en la agenda de los ocho fundadores de Cards Against Humanity, que pasaron de ser amigos de instituto a propietarios de un fenómeno de juegos de cartas. Pero cuando la empresa recaudó 70.000 dólares para la Fundación Wikimedia en una promoción navideña de «pague lo que quiera» en 2012, publicaron una infografía paródica que mostraba todas las cosas que podrían haber comprado con los ingresos en su lugar… incluyendo una isla privada.

Eso hizo que se pusieran las pilas, escribe la empresa en Tumblr. Tras investigar un poco, decidieron hacer un verdadero regalo durante su promoción navideña de 2014: ser propietarios de una isla privada. Después de comprar una isla de seis acres en Maine, iniciaron una nueva campaña navideña filantrópica que invitaba a los participantes a gastar 15 dólares para recibir diez regalos (un dólar se donaba a la Fundación Sunlight), uno de los cuales era una licencia para un pie cuadrado de la isla.

Huelga decir que hay… complejidades para cambiar el nombre de una isla. El Portland Press Herald informa de que Cards Against Humanity consiguió finalmente que Google Maps bautizara la isla de Birch como «Hawaii 2» cuando un empleado de Google mostró a un colega la escritura de compra. «El reciente cambio de nombre de la isla Birch, en el lago St. George, es en parte una broma y en parte filantropía», señala el Press Herald, que informa de que Cards Against Humanity gastó 200.000 dólares en la compra.

La empresa de juegos no es, desde luego, la única organización que posee una isla de forma inesperada. (Me viene a la mente la sociedad Skull & Bones de Yale.) Pero puede que sea la única que esconde un premio supersecreto en una caja fuerte de dicha isla privada y luego invita a sus fans a encontrarlo mediante un complicado rompecabezas. La empresa informa de que los que resolvieron el rompecabezas tardaron apenas 48 horas en encontrar la caja fuerte y, unas semanas después, descifraron la combinación y reclamaron su premio… 250.000 «cartas de pereza» únicas -que son más o menos lo que parecen- para el juego Cards Against Humanity.

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