La ludopatía es un trastorno que, si bien es conocido, cada vez afecta a más gente. El avance tecnológico y los nuevos modos de entretenimiento han permitido innovar en más formas de adicción. Si hasta ahora la dependencia se generaba con apuestas deportivas y salones de juego, hoy en día la enfermedad crece más rápidamente por internet.
¿Cómo es un ludópata?
Hasta hace unos años, hacer apuestas y jugar a juegos de azar era considerado una actividad normal e incluso recurrente. La gente acudía a los bares o a las casas de apuestas después del café o al salir del trabajo para evadirse unos minutos. Sin embargo, el panorama ha ido cambiando con los años, modernizándose para poder adaptarse a la sociedad actual.
El perfil medio de un ludópata era hasta hace poco tiempo, el de un hombre adulto, casado, con hijos y de más de 40 años, sin importar su clase social. Con la innovación constante de la tecnología y las nuevas tendencias, este estereotipo social se ha transformado incluyendo a más públicos y otros tipos de jugadores. Actualmente, el perfil de jugador más habitual es el de una persona joven de entre 20 y 30 años (o incluso menor), usuaria habitual de internet y que juega a videojuegos frecuentemente.
¿Qué se considera ludopatía?
El sector del ocio se ha diversificado creando nuevas formas de jugar, y hay que tener en cuenta que no todos los jugadores son ludópatas. Para poder detectar a un ludópata, hay que definir qué es la ludopatía y diferenciar entre consumo habitual, abuso y adicción.
La ludopatía, también llamada juego patológico, es una enfermedad mental que provoca un trastorno de personalidad. Las personas que la sufren sienten la necesidad impulsiva de jugar a juegos de azar y/o realizar apuestas sin poder contenerse. Como consecuencia, el individuo pierde el control, y ésta acaba afectando negativamente a su vida y a su bienestar de forma progresiva.
Cuáles son las causas de la ludopatía
La adicción al juego puede desarrollarse por varios hechos:
- Padecer trastornos mentales
- Sufrir ansiedad y depresión
- Por alcoholismo y/u otras dependencias
- Por disponer de rasgos concretos de la personalidad
- Por tener hábitos poco responsables
- Por el auge de internet y los smartphones
- Por presión de grupo
Aunque estas son las principales causas de caer en la dependencia al juego, existen muchas más que vienen determinadas por el contexto y estilo de vida de cada persona.
Detectar las señales de la ludopatía
Aunque la adicción al juego también se considere una dependencia, no genera signos físicos visibles que evidencien su padecimiento. Por ello, hay que prestar atención a las señales para poder detectarla a tiempo y frenar su avance antes de que se encuentre en un estado demasiado grave.
Es habitual que las personas dependientes a las apuestas sean conscientes de su trastorno psicológico. De esta manera, frecuentemente se avergüenzan de su actitud y esconden sus acciones con tal de que los demás no se den cuenta de que tiene un problema de adicción al juego.
Para saber si una persona padece ludopatía, debemos estar atentos a señales como:
- Apuesta demasiado dinero, incluso los ahorros y de forma recurrente
- Pide dinero prestado o busca una nueva fuente de ingresos
- Tiene problemas sociales con su familia, amigos y compañeros
- Experimenta cambios de humor repentinos. Como ansiedad, depresión o mal humor
- Miente habitualmente sobre todo tipo de situaciones
- Pasa largo tiempo fuera de casa, sin ir al trabajo o sin ver a sus conocidos
Consejos para salir de la ludopatía
Tratar la ludopatía no es fácil, y hacerlo solo es aún más complicado. Se trata de un trastorno de personalidad que afecta a la mente y a las emociones. Por eso es muy recomendable que la persona con dependencia al juego intente reafirmarse en su decisión de tratar la ludopatía, y pedir apoyo a sus seres queridos. Para empezar el proceso de recuperación hacia una vida normal, estos consejos pueden ayudarle a hacer las cosas más fáciles:
- Aceptar que existe un problema: Se trata del primer paso para poder empezar a cambiar. La persona puede no ser consciente de que su adicción está afectando a su vida y a su entorno. Por ello, debe contar en todo momento con gente que le apoye y le ayude a levantarse siempre que lo necesite.
- Evitar el ansia de apostar: La necesidad de jugar estará presente durante todo el tiempo que dure la recuperación. El adicto deberá resistir la tentación haciendo todo lo posible para evitar una recaída o abandonar el tratamiento. Algunos locales cuentan con registros voluntarios para impedir la entrada a personas vulnerables. Otra idea, sería instalar un bloqueador de páginas web para evitar acceder a portales de apuestas y juegos de azar en internet.
- Controlar el dinero gastado: Los ahorros son lo primero que se pierde cuando una persona es adicta al juego. Es fundamental llevar siempre el dinero justo y necesario encima, y evitar el uso de tarjetas de crédito. Las entidades bancarias pueden aportar soluciones cuando el ansia es demasiado incontrolable.
- Crear un horario: Las personas ocupadas y con una jornada planificada no pueden invertir tiempo en otras actividades a lo largo del día. Lo que puede dificultar la búsqueda de encontrar un momento para jugar.
- Huir de lugares que recuerden a la adicción: Hay que evitar bajo cualquier circunstancia los lugares y elementos que recuerden a la adicción al juego. De esta forma, el ansia no será tan grande y las recaídas, más improbables.
- Sustituir la dependencia: Si una persona dependiente al juego tiene tiempo libre, es recomendable proponerle planes, tareas o actividades de sustitución para que pueda llenar el tiempo. Así se evitará el coste de los pensamientos pasajeros y la tentación de acudir a algún salón de juegos. Hay que buscar algún tipo de entretenimiento o responsabilidad que ocupe su mente y no le permita pensar en la adicción.
- Hacer terapia conductual: Las sesiones terapéuticas ayudan a hacer más llevadero el proceso de recuperación. Sirven para corregir malos hábitos, evitar pensamientos negativos y para adquirir un comportamiento más saludable. Se trata de un remedio muy recomendable y que a largo plazo puede disminuir la dependencia.
- Estar atento a las recaídas: Las adicciones son para toda la vida. Superarlas, no significa que desaparezcan, sino que se desactivan. Por ello es importante recordar que siempre se puede volver a recaer en una adicción si no se toman las medidas de precaución necesarias.
- Buscar ayuda: Si se cuenta con poco apoyo por parte del círculo social privado, siempre existen entidades y asociaciones que ayudan a los afectados por la ludopatía. Es una buena medida para compartir experiencias, relacionarse con otras personas con las mismas circunstancias y pedir ayuda cuando sea necesario.
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