Tal vez haya oído hablar en las noticias de las «Superbacterias» resistentes a los medicamentos. Estas nuevas amenazas a las que nos enfrentamos ahora se llaman «Bacterias de pesadilla». Algunos de estos gérmenes incluyen: Staphylococcus aureus resistente a la vancomicina (VRSA), Candida auris y Enterobacteriaceae resistentes a los carbapenemes (CRE).
Las bacterias de pesadilla son resistentes a todos los tratamientos antibióticos y pueden compartir sus genes de resistencia con otros gérmenes. Cuando las bacterias no responden a los antibióticos, resulta extremadamente difícil tratarlas. Un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), contabilizó más de 200 casos de infecciones por bacterias de pesadilla en 2017. Además, los CDC estiman que más de 23.000 estadounidenses mueren al año relacionados con infecciones resistentes a los antibióticos. Los CDC explican que las bacterias de pesadilla se propagan como un reguero de pólvora y tienen genes especiales que les permiten compartir su resistencia con otros gérmenes.
Para enfermar de bacterias de pesadilla, una persona debe estar expuesta a ellas. Las bacterias de pesadilla son más probables en entornos sanitarios, por lo que los pacientes con dispositivos permanentes, como catéteres, tubos o drenajes, pueden ser más vulnerables. Las bacterias de la pesadilla pueden causar una variedad de enfermedades, por lo que los síntomas pueden ir desde una herida que no se cura hasta una infección del torrente sanguíneo que causa sepsis. También es posible no tener ningún síntoma.
¿Cómo despertamos de esta pesadilla?
Debido a que las bacterias de pesadilla son prácticamente intratables, la prevención es la clave. La subdirectora principal de los CDC, la doctora Anne Schuchat, declaró que la estrategia de los CDC para contener las bacterias de la pesadilla parece estar funcionando. «…Con una respuesta agresiva, hemos sido capaces de acabar rápidamente con ellas y detener su propagación entre personas, entre instalaciones y entre otros gérmenes», dijo Schuchat.
Es posible que la resistencia a los antibióticos se propague entre personas, entre instalaciones y entre gérmenes. Los hospitales y otros entornos sanitarios deben trabajar con los laboratorios para identificar y contener rápidamente estos gérmenes, así como mejorar las prácticas de prevención de infecciones dentro de sus instalaciones.
Los pacientes y sus familias pueden tomar estas medidas para protegerse de las infecciones en un centro sanitario:
- Mantener las manos limpias lavándolas con agua y jabón o utilizando desinfectantes de manos a base de alcohol.
- Pida a los demás que se higienicen las manos antes de tocarle a usted o a su entorno.
- Informe a su proveedor de atención sanitaria si ha recibido recientemente atención en otro país o centro.
- Comparta con su proveedor de atención sanitaria cómo puede desempeñar un papel más activo en la prevención de su riesgo de infección, especialmente con las enfermedades crónicas.
- Aprenda el ABC de los antibióticos. Saber cuándo son apropiados los antibióticos puede ayudar a detener la propagación de gérmenes resistentes a los antibióticos.www.apic.org/ABCs-of-Antibiotics
¿Qué hacer si se enferma de la Bacteria de la Pesadilla?
- Tome la medicación exactamente como se la prescribió su proveedor de atención médica.
- Tome sólo la medicación que le hayan recetado; no comparta ni utilice los antibióticos que le sobren.
- No pida antibióticos: su profesional sanitario se los recetará si son necesarios.
La prevención de infecciones es cosa de todos. Aprenda los fundamentos de la prevención de infecciones para que los pacientes y las familias eviten la propagación de gérmenes. También es importante que los profesionales sanitarios protejan a sus pacientes.