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Definición

El asesoramiento nutricional es un proceso continuo en el que un profesional de la salud, normalmente un dietista titulado, trabaja con un individuo para evaluar su ingesta dietética habitual e identificar las áreas en las que se necesitan cambios. El asesor nutricional proporciona información, materiales educativos, apoyo y seguimiento para ayudar al individuo a realizar y mantener los cambios dietéticos necesarios.

Propósito

El objetivo del asesoramiento nutricional es ayudar a una persona a realizar y mantener los cambios dietéticos. Para una persona con un trastorno mental, el cambio dietético puede ser necesario para promover una alimentación más saludable, para adoptar una dieta terapéutica o para evitar las interacciones entre nutrientes y medicamentos. El asesoramiento nutricional es una parte integral del tratamiento para personas con trastornos alimentarios o dependencias químicas. Las personas que toman ciertos fármacos, como los inhibidores de la monoaminooxidasa, utilizados para tratar la depresión y los trastornos de ansiedad , necesitan seguir una dieta con control de tiramina para evitar la interferencia dietética con su medicación. Muchos de los fármacos utilizados para tratar los trastornos mentales pueden provocar un aumento o una pérdida de peso, por lo que las personas que toman estos fármacos también pueden beneficiarse del asesoramiento nutricional.

El asesor nutricional y el individuo trabajan juntos para evaluar los patrones alimentarios actuales e identificar las áreas en las que se necesita un cambio. Los dietistas registrados han cumplido con ciertos estándares de educación y experiencia y están bien calificados para proporcionar asesoramiento nutricional, pero las enfermeras, los médicos y los educadores de la salud también proporcionan asesoramiento nutricional.

Descripción

Evaluación de los hábitos dietéticos

El asesoramiento nutricional generalmente comienza con una entrevista en la que el consejero hace preguntas sobre la ingesta típica de alimentos de una persona. Los asesores nutricionales utilizan diferentes métodos para evaluar la ingesta típica de alimentos.

El método de recuerdo de 24 horas es una lista de todos los alimentos y bebidas que una persona ha consumido en el período de 24 horas anterior. El asesor nutricional puede pedir a la persona que recuerde lo primero que comió o bebió la mañana anterior. A continuación, el asesor registra las cantidades estimadas de todos los alimentos y bebidas que la persona consumió el resto del día. El recuerdo de los alimentos de 24 horas puede utilizarse para proporcionar una estimación de la ingesta de energía y nutrientes. Sin embargo, las personas tienden a sobrestimar o subestimar la ingesta de ciertos alimentos, y la ingesta de alimentos de un día puede no representar con exactitud la ingesta típica de alimentos.

Un cuestionario de frecuencia de alimentos puede proporcionar a veces una imagen más precisa de los patrones alimentarios típicos de una persona. El asesor nutricional puede preguntar al cliente con qué frecuencia consume determinados grupos de alimentos. Por ejemplo, el asesor puede preguntar a una persona cuántas raciones de productos lácteos, frutas, verduras, granos y cereales, carnes o grasas consume en un día, semana o mes típico.

Los registros diarios de alimentos también son útiles para evaluar la ingesta de alimentos. Una persona lleva un registro escrito de las cantidades de todos los alimentos y bebidas consumidos durante un período de tiempo determinado. El asesor nutricional puede utilizar los registros de alimentos para analizar la ingesta real de energía y nutrientes. A menudo se utilizan los registros de alimentos de tres días que se mantienen durante dos días de la semana y un día del fin de semana.

Evaluación del peso corporal

Los asesores de nutrición pueden evaluar el peso corporal de un individuo comparando su peso con varias tablas de peso para la altura. Una regla general para determinar el peso corporal ideal de una mujer es permitir 100 libras (45 kg) para los primeros 5 pies (1,5 m) de altura más 5 libras (2,3 kg) por cada pulgada adicional. Un hombre puede pesar 48 kg para el primer metro y medio de estatura, más 2,7 kg por cada centímetro adicional. Sin embargo, esta guía no tiene en cuenta el tamaño de la estructura de una persona.

El índice de masa corporal, o IMC, es otro indicador utilizado para evaluar el peso corporal. El IMC se calcula como el peso en kilogramos dividido por la altura en metros al cuadrado. Un IMC de 20 a 25 se considera peso normal, un IMC inferior a 20 se considera bajo peso y un IMC superior a 25 se considera sobrepeso.

Identificación de los cambios necesarios

La evaluación dietética inicial y la entrevista proporcionan la base para identificar los comportamientos que deben cambiarse. A veces una persona ya tiene una buena idea de los cambios dietéticos necesarios, pero puede necesitar ayuda para realizarlos. Otras veces, el asesor nutricional puede ayudar a educar a la persona sobre los efectos en la salud de las diferentes opciones dietéticas. El asesor nutricional y el cliente trabajan juntos para identificar las áreas en las que se necesita un cambio, priorizar los cambios y resolver el problema de cómo realizarlos.

El cambio en la dieta es un proceso gradual. Un individuo puede empezar con uno o dos cambios dietéticos más fáciles las primeras semanas y gradualmente hacer cambios adicionales o más difíciles durante varias semanas o meses. Por ejemplo, un cambio fácil para una persona puede ser cambiar la leche del 2% por la desnatada, o tomarse un yogur rápido o una barrita de cereales por la mañana en lugar de saltarse el desayuno. Cambios más difíciles podrían ser aprender a sustituir las opciones de carne con alto contenido en grasa por otras más magras, o incluir más raciones de verduras al día.

Al hacer cambios en la dieta, hay que considerar cuidadosamente la situación y los antecedentes de cada persona. Los factores que afectan a las decisiones alimentarias incluyen el origen étnico, la religión, la afiliación a un grupo, la situación socioeconómica y la visión del mundo.

Identificación de las barreras para el cambio

Una vez que se han identificado los cambios necesarios, el cliente y el consejero de nutrición piensan en los posibles problemas que pueden surgir. Por ejemplo, cambiar las conductas alimentarias puede significar involucrar a otras personas, comprar alimentos diferentes, planificar con antelación los eventos sociales o llevar alimentos especiales al trabajo. Algunas barreras comunes para cambiar los hábitos alimentarios incluyen:

  • inconveniencia
  • reuniones sociales
  • preferencias alimentarias
  • falta de conocimiento o de tiempo
  • coste

Establecimiento de objetivos

El consejero de nutrición y el cliente establecen juntos objetivos orientados a la conducta. Los objetivos deben centrarse en los comportamientos necesarios para lograr el cambio dietético deseado, no en un valor absoluto, como alcanzar un determinado peso corporal. Para una persona que trabaja para evitar el aumento de peso asociado a ciertos medicamentos, por ejemplo, sus objetivos podrían ser aumentar la cantidad de frutas, verduras y cereales integrales que consume cada día. Dichos cambios ayudarían a prevenir el aumento de peso a la vez que pondrían el énfasis en los comportamientos necesarios más que en el peso real.

Búsqueda de apoyo

Se anima a los miembros de la familia a asistir a las sesiones de asesoramiento nutricional con el cliente, especialmente si comparten la responsabilidad de la selección y preparación de los alimentos. Aunque el individuo debe elegir los alimentos y asumir la responsabilidad de los cambios dietéticos, contar con el apoyo y la comprensión de la familia y los amigos hace que el éxito sea más probable.

Mantener los cambios

El reto para el cliente de nutrición no reside en realizar los cambios dietéticos iniciales, sino en mantenerlos a largo plazo. La autovigilancia, las expectativas realistas y el seguimiento continuado pueden ayudar a la persona a mantener los cambios dietéticos.

La autovigilancia implica la comprobación periódica de los hábitos alimentarios frente a los objetivos deseados y el seguimiento de las conductas alimentarias. Llevar un diario de alimentos de forma diaria o periódica ayuda al individuo a ser más consciente de sus conductas alimentarias y proporciona una herramienta lista para analizar los hábitos alimentarios. A veces puede utilizarse una lista de comprobación simplificada para asegurar la ingesta adecuada de los diferentes grupos de alimentos.

Términos clave

Índice de masa corporal, o IMC -Medida de la grasa corporal, calculada como el peso en kilogramos sobre el cuadrado de la altura en metros.

Cuestionario de frecuencia de alimentos -Lista de la frecuencia con la que una persona consume alimentos de ciertos grupos de alimentos en un periodo de tiempo determinado.

Dietista registrado – Una persona que ha cumplido con ciertos estándares de educación y experiencia y está bien calificada para brindar asesoramiento nutricional.

Recordatorio de veinticuatro horas – Un listado del tipo y la cantidad de todos los alimentos y bebidas consumidos por una persona en un período de 24 horas.

Las personas y los asesores de nutrición no deben esperar un cumplimiento dietético perfecto: los deslices ocurren inevitablemente. El objetivo es evitar que los pequeños deslices, como comer unas galletas de más, se conviertan en grandes deslices, como el abandono total del cambio dietético. El asesor puede ayudar al cliente a identificar las situaciones que pueden conducir a una recaída y a planificar formas de manejar las situaciones con antelación.

El asesoramiento nutricional es un proceso continuo que puede durar meses o años. En las sesiones de asesoramiento nutricional de seguimiento, el individuo y el consejero analizan juntos los registros de alimentos y resuelven los comportamientos que son especialmente difíciles de cambiar. El asesoramiento de seguimiento también permite la oportunidad de reevaluar los objetivos y las estrategias para alcanzarlos.

Ver tambiénDietas; Nutrición y salud mental.

Recursos

LIBROS

American Dietetic Association and Dietitians of Canada. Manual de dietética clínica. 6ª edición. Chicago, Illinois: American Dietetic Association, 2000.

Hammond, Kathleen A., M.S., R.D. «Dietary and Clinical Assessment». En Krause’s Food Nutrition, and Diet Therapy, escrito por L. Kathleen Mahan, M.S., R.D. y Sylvia Escott-Stump, M.A., R.D. Philadelphia: W.B. Saunders Company, 2000.

Scarlet, Sue. «Dietary Counseling», en Essentials of Human Nutrition. Escrito por Jim Mann, Ph.D. y A. Stewart Truswell, Ph.D. Oxford: Oxford University Press, 1998.

Mitchell, Mary Kay, Ph.D. Nutrition Across the Life Span. Philadelphia: W. B. Saunders Company, 1997.

Periódicos

Harris-Davis, E., y B. Haughton. «Modelo de competencias de asesoramiento nutricional multicultural». Journal of the American Dietetic Association 100 (2000):1178-85.

ORGANIZACIONES

American Dietetic Association. 216 West Jackson Boulevard, Chicago, IL 60606-6995. <http://www.eatright.org>

Nancy Gustafson, M.S., R.D., F.A.D.A., E.L.S.

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