¿Qué es la disfunción de la articulación sacroilíaca?
La disfunción sacroilíaca es una causa común de dolor de espalda. En la mayoría de los casos, las molestias que conlleva pueden controlarse mediante un tratamiento conservador; sin embargo, algunos casos pueden requerir una intervención quirúrgica de la espalda.
La articulación sacroilíaca se encuentra en la parte inferior de la espalda, entre la columna vertebral y la articulación de la cadera, y normalmente no se mueve mucho. La artritis inflamatoria (como la espondilitis anquilosante), la degeneración de la articulación sacroilíaca o la desalineación de esta articulación pueden causar dolor asociado a la disfunción sacroilíaca.
¿Cuáles son los síntomas?
El dolor de la articulación sacroilíaca suele localizarse en la nalga, justo al lado de la línea media. Suele ser unilateral, pero no siempre. El dolor puede irradiarse por la parte posterior del muslo hasta la rodilla. Normalmente, es difícil encontrar una posición cómoda cuando se está tumbado en la cama. El dolor de la articulación sacroilíaca puede llegar a ser grave e incapacitante si no se trata.
¿Qué causa la disfunción de la articulación sacroilíaca?
Algunas causas comunes del dolor de la articulación sacroilíaca son la tensión muscular, el embarazo, los tipos de artritis y el desgaste del cartílago entre los huesos. Aunque el dolor de la articulación sacroilíaca puede estar causado por un traumatismo, suele desarrollarse durante un largo período de tiempo.2
¿Cómo se diagnostica?
Diagnosticar con precisión la disfunción de la articulación sacroilíaca puede ser difícil y debe hacerse mediante un examen clínico. Sus síntomas pueden imitar los de otras afecciones comunes, como la hernia discal y la radiculopatía (dolor a lo largo del nervio ciático que se irradia hacia la pierna). A menos que su médico compruebe específicamente la existencia de una disfunción sacroilíaca, su examen físico puede resultar «normal» y es posible que le digan que no le pasa nada.
Durante el examen, su médico puede intentar determinar si la articulación sacroilíaca es la causa del dolor moviendo la articulación, lo que se conoce como «maniobras de provocación». Si el movimiento recrea su dolor, y no se ha encontrado ninguna otra causa de dolor (como una hernia de disco en una resonancia magnética), la articulación sacroilíaca puede ser la causa del dolor.
Una inyección en la articulación sacroilíaca es otra herramienta de diagnóstico que puede utilizarse. En esta prueba, el médico utiliza una guía fluoroscópica (rayos X en directo) e introduce una aguja en la articulación sacroilíaca para inyectar lidocaína (una solución anestésica). Si la inyección alivia el dolor, se puede deducir que la articulación sacroilíaca es el origen del dolor.
A veces la disfunción sacroilíaca se asocia al síndrome del piriforme. El piriforme es un pequeño músculo de la nalga que estabiliza la articulación sacroilíaca. Cuando se irrita, provoca dolor en la nalga. El músculo piriforme se superpone al nervio ciático y también puede causar dolor ciático en la pierna hasta el pie. A menudo se confunde con la ciática, que es causada por una raíz nerviosa pellizcada en la columna vertebral.
¿Cómo se trata la disfunción de la articulación sacroilíaca?
Si se diagnostica a tiempo, la mayoría de las personas con disfunción sacroilíaca y/o síndrome piriforme mejorarán con un tratamiento no quirúrgico.