Estudios recientes han descrito el papel de las vesículas de desprendimiento como transportadores fisiológicos de componentes intracelulares entre células vecinas. Aquí informamos de que los melanosomas son un ejemplo de carga de vesículas de desprendimiento, pero que se procesan mediante un mecanismo no comunicado anteriormente. Se ha observado que los glóbulos de pigmento están conectados a los filopodios de las dendritas de los melanocitos, que previamente se ha demostrado que son conductos para los melanosomas. Se liberaron glóbulos de pigmento que contenían múltiples melanosomas desde varias zonas de las dendritas de melanocitos humanos normales derivados de pieles con pigmentación oscura. A continuación, los glóbulos fueron capturados por las microvellosidades de queratinocitos humanos normales, también derivados de pieles con pigmentación oscura, que los incorporaron de forma dependiente del receptor 2 activado por proteasa (PAR-2). Después de que los glóbulos de pigmento fueran ingeridos por los queratinocitos, la membrana que rodeaba cada racimo de melanosomas se degradó gradualmente, y los melanosomas individuales se extendieron entonces al citosol y se distribuyeron principalmente en la zona perinuclear de cada queratinocito. Estos resultados sugieren una vía de transferencia de melanosomas en la que éstos se transfieren de los melanocitos a los queratinocitos a través del sistema de vesículas de desprendimiento. Este sistema de empaquetamiento genera glóbulos de pigmento que contienen múltiples melanosomas de forma única.