Kelly Clarkson tiene muchos motivos para estar orgullosa.
Su carrera despegó después de ser coronada como ganadora de American Idol en 2002 y de lanzar su primer sencillo que fue un éxito en las listas de ventas. Desde entonces, Kelly ha vendido millones de álbumes, se ha subido al escenario en nueve giras como cabeza de cartel y ha obtenido muchos reconocimientos por su éxito. La cantante ha ganado 13 Billboard Music Awards, seis Teen Choice Awards, cuatro American Music Awards y tres Grammy Awards, por nombrar sólo algunos.
Con una lista de honores tan larga, es fácil imaginar que Kelly exhiba con orgullo sus trofeos por su casa. Pero los *auténticos* fans de la chica country saben que presumir así no sería su estilo.
Antes de la 61ª edición de los premios Grammy, Kelly admitió en una entrevista con Billboard que en realidad esconde sus gramófonos dorados.
«en el último piso de nuestra casa para que nadie los vea, y no parezca una herramienta que dice: ‘Oye, aquí están todos mis galardones'», dijo Kelly. «Pero realmente los quiero, y estoy muy orgullosa de ellos. Y si los sacas, no eres una herramienta. Es sólo que me sentiría como una herramienta».
Toca aquí para votar
Justo cuando crees que no es posible querer más a Kelly, va y dice algo así para recordarte que la fama nunca se le ha subido a la cabeza. Ah, ¿y he mencionado que está nominada a otro Grammy este año?
Personalmente, creo que la superestrella merece tener una sala entera dedicada a sus premios. Pero si no quiere mostrar sus Grammys, quizás algún día considere dejar que un fan (quizás que también se llame Kelly 🤷) los exhiba. Apuesto a que ese trofeo chapado en oro quedaría muy bien encima de la chimenea de alguien. Sólo lo digo.