Resumen
La melatonina es sintetizada por la glándula pineal siguiendo un patrón circadiano con los niveles elevados durante las horas de oscuridad. El patrón de secreción de melatonina evoluciona a lo largo de la vida, alcanza los valores más altos entre 1 y 3 años, entre 15 y 20 años experimenta una caída del 80%. Durante las décadas siguientes, sus niveles disminuyen moderadamente hasta los 70-90 años. Precisamente este descenso en los niveles de melatonina coincidiendo con el proceso de envejecimiento sano, ha movido a muchos investigadores a plantearse los posibles efectos de la melatonina como substancia capaz de retrasar el proceso del envejecimiento o paliar los desórdenes derivados del mismo. Los campos de investigación más destacados en estos últimos años han sido: efectos de la melatonina como agente antioxidante y como regulador circadiano, y/o variaciones relacionadas con el ciclo sueño/vigilia dependientes de la edad. Los resultados científicos han puesto de manifiesto la capacidad antioxidante de la melatonina en todos los modelos experimentales estudiados. Como hormona reguladora del sueño ha mostrado ser eficaz mejorando la calidad del sueño, siempre que el insomnio esté asociado a producción nocturna de melatonina disminuida.