¡Compartir es cuidar!

Piénsalo. Por muchos intentos que hagas para parecerte a los demás, tus huellas digitales siempre serán diferentes. Puedes cambiar muchos de los accesorios del exterior, pero sigues siendo un tú original.

Por alguna extraña razón, tendemos a olvidar esto. Pensamos que si dedicamos tiempo a cambiar nuestro color de pelo o a comprar las últimas modas y artilugios, cambiaremos de alguna manera lo que somos. Intentamos cambiar nuestra forma de hablar, tratando de decir lo justo para parecer guays, modernos o lo que sea el último término. Nos esforzamos por cambiar nuestro cuerpo porque tenemos que parecernos a los demás.
Queremos ser como los demás.

Hazme un favor. Detente un momento y mira a tu alrededor. Apuesto a que verás gente de todos los tonos, tamaños y estilos. Ahora, imagina, si quieres, que cada uno de esos individuos es exactamente igual al siguiente. ¿Cómo podría saber a quién está buscando? Bueno, no importaría, supongo, porque podrías elegir a un amigo – cualquier amigo – ya que no hay diferencias en absoluto. No sé tú, pero a mí me parece un poco automatizado y espeluznante.

¿Algo de esto tiene sentido? Espero que estés de acuerdo en que no – no lo tiene. ¿Cómo es posible que alguien tan diferente y tan único se transforme en otra persona? ¿Y por qué querría hacerlo?
Si le pones chispitas a un taco, ¿no sigue siendo un taco? No tienes de repente un helado de caramelo caliente. Y, si cambias una apariencia o un comportamiento, ¿no sigues siendo la misma persona?

Es hora de avanzar y abrazar tu originalidad. Y, para demostrarlo, aquí tienes 5 razones por las que deberías querer ser diferente.

Lo habitual acaba aburriendo.

¿Comerías un sándwich de mantequilla de almendras para desayunar, comer y cenar… todos los días? ¿Verías la misma película en tu noche de cita – cada noche de cita? ¿Pasarías cada noche con la misma rutina, día tras día? ¿No sería aburrido? ¿Dónde está la emoción?

Al igual que en la película El día de la marmota, revivir el mismo día una y otra vez puede hacer que quieras acabar con la monotonía. No fuimos creados para la monotonía. Necesitamos energía. La repetición constante de la misma rutina te hará rogar por algo que le dé sabor.
Tú puedes ser esa especia que le da a la vida un pequeño empujón, y alejarte de lo ordinario. Todo lo que debes hacer es ser tú mismo.

Preferimos un mundo de color.

Esto incluye tus propios pensamientos, ideas y creaciones. Si todo el mundo fuera igual, no tendríamos variedad de arte, música, comida, diseño, libros, películas, ropa, nuevas tecnologías, etc. para elegir. Al fin y al cabo, la creatividad surge de la individualidad.
Cuando dejas fluir tu propia imaginación, puedes colorear el mundo con tus propios matices. Es el momento de dejar que tu pintura sea diferente a la de todos los demás.

Aprende y crece.

Junta a un grupo de personas y descubrirás que, si quieres, puede haber una gran oportunidad de ganar. Porque todos somos diferentes, tenemos diferentes patrones de pensamiento y diferentes opiniones. Cuando nos compartimos con otros, podemos aprender formas de pensar fuera de la caja, resolver problemas e incluso ver el mundo bajo una nueva luz.
Trabajando con otros a través de las diferencias, podemos combatir cosas como el odio y el miedo. Podemos superar, con la esperanza de conquistar (y difundir) la tolerancia y la aceptación.
Separados, crecemos juntos.

Usa tus dones.

Por algo te han dado puntos fuertes: úsalos. No te esfuerces en ser algo que nunca debiste ser. En otras palabras, si se te dan fatal las matemáticas, pero tienes un espíritu calmado y cariñoso, quizás deberías renunciar a la vida de contable y, en su lugar, mirar hacia la enfermería. Puedes ser cualquier cosa, pero estás destinado a ser algo.

El viaje por la vida es diferente para todos. La cuestión es asegurarse de que te centras en los dones que te han sido concedidos y no intentas ser algo que no eres.

Aprende a tomar tus puntos fuertes y a convertirte en algo grande. Puedes ser profesor, crear un invento premiado o ser el que descubra la respuesta a la paz mundial. Nadie tiene el conjunto de dones que tú tienes, así que no los desperdicies. Encuentra tu éxito y haz tu impacto en el mundo.

Haz la diferencia.

Puede haber alguien esperando que des un paso adelante y seas la luz que necesita para superar algo difícil. O, tal vez esa compañera de trabajo diferente que se mantiene en silencio realmente no es sólo tranquila. Tal vez necesita un amigo. Tal vez ese amigo seas tú.

Siguiendo tu propio liderazgo en lugar del de otra persona, puedes descubrir que hay muchas cosas buenas que puedes hacer en este mundo. Puedes marcar la diferencia. Sé la diferencia.

Bueno, ahí lo tienes: las 5 razones por las que necesitas ser diferente. Olvídate de ser un calco de la originalidad de otra persona. Sé tú. Con todas tus peculiaridades. Todos tus defectos. Todas tus increíbles cualidades. Y, todos tus talentos. Son sólo tuyos.

No estás hecho para ser nadie más que tú. Así que, adelante… deja de lado el miedo y sé tú mismo. Sé diferente.

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